La Fundación Adecco acaba de publicar su informe Directivos y Responsabilidad Corporativa: una encuesta en la que han participado 150 directores de Recursos Humanos, que arroja conclusiones interesantes en cuanto a previsiones sobre políticas de RSC de las empresas para 2014.
La mitad de los directivos afirma que su compañía mantendrá las acciones en RSC, mientras que un 43% afirma que se verán reforzadas. Sólo el 8% de los encuestados pronostica que disminuirán. La inversión en mejorar la política de calidad y medio ambiente así como la versión en la formación de sus propios empleados (ambas con un 52%) serán las estrategias de sostenibilidad más seguidas por las empresas. Por su parte, el 42,9 por ciento de ellas asegura que trabajará durante el año próximo para impulsar la participación de sus trabajadores en las acciones de voluntariado corporativo.
Además, a pesar de que más de una cuarta parte de las empresas (25,9%), no mejorará su inversión en I+D+i, más del 40% de los directivos de las compañías que han participado en el estudio aseguran que sí proyectan un desarrollo “alto” o “muy alto” para la inversión en este área el año próximo. La elección responsable de proveedores (40%) es otro de las áreas de acción principales. La colaboración público-privada -sólo un 16,3% reforzará sus relaciones con la Administración- , las ayudas a entidades del Tercer Sector -21,6%- y los avances en conciliación -22,6%- serán las herramientas de RSC menos promovidas desde el ámbito empresarial en 2014, una año en el que sólo un 25% de los directores de Recursos Humanos se plantea contratar personas con discapacidad y un 16% cree que aumentará la plantilla.
La Fundación Adecco considera que este estudio revela que la RSC es la mejor respuesta en tiempos difíciles y el único camino para que una empresa sea sostenible y perdure en el tiempo. En palabras de su director general, Francisco Mesonero “La Responsabilidad Corporativa no es una varita mágica que obra milagros de la noche al día, pero es la herramienta más eficaz para sortear la crisis y conseguir efectos positivos en un medio-largo plazo. Algunas de las consecuencias colaterales de adoptar un comportamiento responsable son la apertura hacia nuevos mercados con su consiguiente captación de clientes, la mejora de la relación con todos los grupos de interés o el incremento del orgullo de pertenencia. Por ello, es lógico que las empresas apuesten más que nunca por ser responsables”.