He tenido la ocasión de volver a ver el documental “No a la venta”, totalmente recomendable para entender por qué es necesario que las grandes empresas introduzcan criterios de responsabilidad social y medioambiental en lugar de guiarse solamente por los beneficios económicos y a corto plazo.
Este trabajo, realizado por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa en colaboración con la UNED, nos presenta el mundo globalizado en el que vivimos, donde los Estados pierden poder paulatinamente en favor de las grandes multinacionales. No en vano, de las 100 economías más grandes del mundo, 51 son empresas.
La concentración de poder conlleva que unas pocas corporaciones controlen el mundo, con unos Estados sometidos a su antojo ante la amenaza de trasladar sus centros de producción a otros países, dando lugar a una competencia a la baja tanto en requerimientos fiscales como en condiciones laborales y medioambientales. Posición de dominio que está en el origen asimismo de buena parte de los abusos en materia de Derechos Humanos y las catástrofes ecológicas de los últimos tiempos.
Ante la dificultad de revertir esta situación insostenible, diversos expertos ponen de manifiesto la necesidad de crear un marco regulatorio global y señalan los pasos dados en este sentido por organismos internacionales como la ONU, y la manera en que los intereses de estas grandes corporaciones tratan de frenar cualquier tipo de intervención presionando a los Gobiernos. Así pues, la vigilancia y colaboración de la sociedad civil y el poder de un consumidor informado, han de sumarse a la acción de los Estados para exigir a las multinacionales que rindan cuentas de sus actuaciones.
En fin, que os sugiero que lo veáis si no lo habéis hecho ya. Merece mucho más la pena que la gran mayoría de los programas que copan la programación nocturna de la deplorable TDT.