Este es el lema de la nueva campaña lanzada por las 34 organizaciones de Comercio Justo, coincidiendo con la entrada de un mes marcado por las compras navideñas.
La Coordinadora Estatal de Comercio Justo pretende de esta manera promover la compra de este tipo de productos que forman parte del consumo responsable, ya que en su proceso de elaboración se respetan los derechos sociales de los trabajadores así como al medio ambiente.
La campaña tiene como protagonista al café, puesto que, después del petróleo, es el producto que genera un mayor volumen de negocio en todo el mundo. Se estima que anualmente se consumen 600.000 millones de tazas de café. En 2010, su comercialización generó 16.500 millones de dólares en ingresos a los países exportadores, según la ONG Setem.
Los principales países productores son Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia y Etiopía, mientras que los principales compradores son la Unión Europea (especialmente Alemania, Italia, Francia, Bélgica y España), Estados Unidos y Japón.
El precio del café se fija en las Bolsas de Nueva York, Londres y otras europeas. Sin embargo, el Comercio Justo establece un precio fijo a los grupos productores, independientemente del fijado en el mercado internacional, de manera que les permita cubrir los costes básicos y asegure unos salarios dignos.
Un reciente estudio de Intermón Oxfam centrado en Uganda señala que en la cadena de Comercio Justo, los productores de café de dicho país reciben un 12 por ciento del precio final de cada paquete de 250 gramos, mientras que en el caso del comercio convencional reciben el 5 por ciento.