Terravita, empresa con sede en Ibiza con la que colaboramos en temas de comunicación, está cerca de lograr algo único hasta el momento en el sector de la construcción: que un mismo edificio tenga los certificados Passivhaus Premium y BREEAM Excepcional. Es decir, las máximas categorías de los estándares internacionales de eficiencia energética y sostenibilidad.
El certificado Passivhaus Premium, que actualmente solo poseen tres edificios en el mundo, acredita el escaso aporte de energía que necesita la vivienda para disfrutar de una temperatura confortable durante todo el año. También que es capaz de generar más energía – de origen renovable- de la que consume. Se estima que la casa reduce en un 80% las necesidades de climatización respecto a otra de características similares, con el añadido de que esa baja demanda se cubre en su totalidad con la energía solar instalada.
La estructura de la casa es de entramado ligero de madera, a la que se han añadido aislamientos de fibra de madera –de hasta 30 centímetros de espesor- también incorporados en la cubierta y la fachada. Esta fase del proyecto ha contado con la participación de House Habitat, empresa de construcción sostenible especializada en casas pasivas con la que también colaboramos. Un aspecto a destacar es la rapidez de la ejecución de este proyecto, pues desde el comienzo de las obras hasta que acaben -finales de septiembre- habrán pasado menos de ocho meses.
Desconectada de las redes de suministro
La vivienda está desconectada de la red eléctrica y de agua. Una instalación solar fotovoltaica, sobre la cubierta, le permitirá ser autosuficiente en energía. De cara a garantizar el suministro de electricidad ininterrumpido, dispone de un sistema de acumulación capaz de abastecerla incluso en los días poco soleados. La casa estará dotada asimismo de tecnología inteligente para automatizar y regular el gasto energético según las necesidades del momento. Además, se autoabastecerá también de agua mediante un sistema de recogida y tratamiento de aguas pluviales.
Enfocada para causar el menor impacto medioambiental posible, la vivienda va camino de obtener el certificado BREEAM Excepcional, la más alta de las cinco categorías en que se estructura este estándar internacional de sostenibilidad en la edificación. BREEAM, de origen británico, evalúa los impactos en 10 áreas (gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación). Su análisis abarca todo el ciclo de vida del edificio desde su fase de diseño, la construcción y sus usos.
Como ya hemos contado aquí, la directiva europea (2010/31/UE) para el fomento de la eficiencia energética, indica que los nuevos edificios deberán tener consumo de energía casi nulo a partir de 2020, dos años antes en el caso de los públicos. La vivienda de Terravita se anticipa así a la normativa que hará obligatoria este tipo de construcción en los próximos años, con el objetivo de combatir el cambio climático.