¿Sabes lo que compras?

Compras prendas de vestir, ¿de algodón o sintéticas? ¿fabricadas por trabajadores explotados en países pobres o confeccionadas por personas empleadas dignamente?  Alimentos ¿con aditivos, colorantes y conservantes o naturales? ¿almacenados en cámaras frigoríficas durante largos periodos o de temporada? ¿Y el pescado? ¿de piscifactoría o del Cantábrico?

Actualmente el ritmo tan acelerado que llevamos hace que no tengamos tiempo para detenernos a mirar qué es lo que estamos comprando. No miramos las etiquetas de los productos que adquirimos y por tanto desconocemos cuáles son sus ingredientes, cómo han sido elaborados o dónde.

Esta tendencia se ve agravada por la situación económica desfavorable que atravesamos, que nos lleva a tomar nuestras decisiones de compra en función únicamente del precio de los productos, atributo que aparece siempre mas visible. Pero ¿es realmente el precio el único factor que debería determinar nuestras compras?  El etiquetado es la herramienta que permite conocer todos los atributos de un producto y diferenciarlo entre otros.

Además, determinadas etiquetas o sellos que encontramos en los envases de algunos productos certifican que han sido elaborados de una forma ecológica,  respetuosa con el medio ambiente o con los derechos sociales de los trabajadores. Características éstas que son muy apreciadas por el consumidor responsable en sus decisiones de compra.

Ahí van algunos de los más conocidos:

Agricultura y Ganadería ecológica: Basada en la no utilización de productos químicos, ni genéticamente modificados. Por su parte los animales tienen acceso al aire libre, una alimentación basada en productos ecológicos y se sigue una estricta normativa sobre el bienestar animal y los cuidados veterinarios.

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Madera y productos forestales (papel, corcho, etc) : El sello FSC acredita que proceden de bosques bien gestionados donde no se producen talas indiscriminadas.

 

 

Comercio Justo / Fair Trade: Los productores obtienen condiciones justas por su trabajo,  lo que les permite mejorar su calidad de vida.

 

 

 

Reciclado: El fabricante participa en un sistema integrado de gestión de residuos de envases y embalajes usados mediante la satisfacción de una determinada cantidad por  la contaminación generada al poner en mercado un envase que se convertirá en futuro residuo.

 

 

Existen otras muchas etiquetas en diferentes tipos de productos. Las hay en electrodomésticos, a los que catalogan en función de su consumo; en cosmética para informar de si los ingredientes son naturales y no contienen derivados del petróleo; en pesca para garantizar la explotación sostenible de los recursos pesqueros… En definitiva es importante detenerse e informarse sobre el producto que vamos a incluir en nuestra cesta de la compra.

Por Estela Álvarez

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